Si buscas una receta ligera, refrescante y llena de beneficios para tu cuerpo, esta crema fría de pepino con espirulina será tu nueva favorita. Perfecta para los días cálidos o como una opción saludable en cualquier momento, esta crema combina la frescura del pepino con la potencia nutricional de la espirulina, el toque cremoso de los anacardos y el aroma irresistible de la menta.
La espirulina, un poderso alimento rico en proteínas, antioxidantes y minerales, no solo aporta un vibrante color verde, sino que también potencia tu energía y refuerza tu bienestar. Combinada con el crujiente del sésamo y la suavidad del yogur, esta crema se convierte en un plato equilibrado, nutritivo y delicioso.

Ingredientes:
- 2 pepinos pequeños (pelados y troceados)
- 1 yogur griego natural (puedes usar vegetal si prefieres)
- 2 cucharadas de anacardos (remojados previamente 2 horas)
- ½ cebolleta
- ½ diente de ajo
- 1 dosis de espirulina fresca
- 1 cucharada de semillas de sésamo tostado
- 3-4 hojas de menta fresca
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de vinagre de manzana o jugo de limón
- Sal y pimienta negra al gusto
- Agua fría (opcional, para ajustar la textura
Preparación paso a paso:
- Hidrata los anacardos: Si aún no los has remojado, colócalos en un bol con agua durante al menos 2 horas para que se ablanden y aporten una textura más cremosa. Luego, escúrrelos bien.
- Prepara los ingredientes: Pela los pepinos (puedes dejar parte de la piel si buscas un color más vibrante), córtalos en trozos y colócalos en el vaso de la batidora. Añade el yogur griego, la cebolleta picada, el ajo, los anacardos escurridos y las hojas de menta fresca.
- Incorpora los líquidos y la espirulina: Añade el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de manzana o jugo de limón, y la espirulina fresca. Agrega una pizca de sal y pimienta negra al gusto.
- Tritura la mezcla: Procesa todo hasta obtener una crema homogénea y sedosa. Si la textura es demasiado espesa, añade un poco de agua fría hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Ajusta el sabor: Prueba y, si es necesario, corrige la acidez con más vinagre o limón, añade más sal o ajusta la cantidad de espirulina según tu preferencia.
- Refrigera: Para disfrutarla bien fría, deja reposar la crema en la nevera durante al menos 30 minutos antes de servir.
- Decora y sirve: Al momento de servir, espolvorea las semillas de sésamo tostado por encima y finaliza con un chorrito extra de aceite de oliva y unas hojitas de menta fresca.
🥒 Consejo extra: Si quieres un toque crujiente adicional, acompaña con trocitos de anacardo tostado o pan de semillas. ¡Disfruta de esta crema fresca y nutritiva! 💚