La espirulina ha ganado popularidad en los últimos años por sus increíbles beneficios nutricionales. Sin embargo, como ocurre con muchos otros alimentos, también ha sido rodeada de mitos que pueden generar dudas y confusión. En Blauver, queremos ayudarte a conocer la verdad detrás de estos mitos y despejar cualquier inquietud que puedas tener.

Mito 1: La Espirulina
es mala para las embarazadas
Este es un mito muy extendido, pero la realidad es que la espirulina puede ser un gran complemento para mujeres embarazadas, ya que es una fuente natural de proteínas, hierro y antioxidantes. Eso sí, es importante asegurarse de que la espirulina provenga de una fuente confiable y esté libre de contaminantes. Como siempre, se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de incorporarla a la dieta durante el embarazo para asegurar el máximo beneficio de esta microalga tan poderosa.
Mito 2: La Espirulina no es apta para personas con problemas de tiroides
Este mito proviene de la presencia de yodo en las algas marinas, pero ¿qué ocurre si un alga crece fuera del mar? Simplemente, no absorbe el yodo del océano. Sin embargo, la espirulina no es un alga marina, sino una cianobacteria, y en Blauver la cultivamos en Lleida, la única capital de Cataluña sin mar. Por eso, la espirulina Blauver no solo es segura para quienes padecen hipotiroidismo o hipertiroidismo, sino que incluso puede contribuir a la regulación hormonal. Eso sí, la calidad y procedencia de la espirulina son clave para garantizar sus beneficios para la tiroides.
