Te ayuda a mejorar tu crecimiento muscular y celular, a aumentar tu fuerza y resistencia, y también te permite unas recuperaciones más rápidas. Tanto si eres un amante del deporte o si te estás iniciando. Lee el artículo científico.

La espirulina ayuda a prevenir el estrés oxidativo provocado por el deporte y también contribuye a reducir la inflamación de los músculos después del ejercicio. Lee el artículo científico.

La espirulina, especialmente la fresca, mejora el tráfico intestinal gracias a la combinación de magnesio, fibra y clorofila. Estos componentes no solo estimulan los movimientos intestinales, sino que también favorecen la proliferación de bacterias saludables, mejorando así la absorción de nutrientes y contribuyendo al equilibrio y la salud de los microorganismos del colon. Además, su riqueza en pro y prebióticos resulta clave para la regulación de la microbiota, potenciando de manera integral el bienestar digestivo. Lee el artículo científico.

Su efecto antiinflamatorio ayuda a mejorar el estado de salud provocado por las enfermedades crónicas. Además, gracias al hierro y al magnesio que contiene la espirulina, podrás reducir los dolores musculares, reforzar el crecimiento muscular, la movilidad y prevenir lesiones musculares y articulares. Lee el artículo científico. 

Si tu objetivo es perder peso, la espirulina definitivamente te puede ayudar, por su poder saciando. Sin embargo, los productos milagrosos no existen, y para obtener buenos resultados tendrás que combinarlo con actividad física y una dieta sana y equilibrada. Para un efecto óptimo lo mejor es tomarla antes unos 30 minutos antes de las comidas. Lee el artículo científico.

La espirulina es uno de los alimentos más ricos en antioxidantes, como la ficocianina y el super-óxido Dismutasa, unas sustancias que combaten los radicales libres y reducen la producción de moléculas inflamatorias.
Es especialmente beneficiosa para pieles sensibles, reactivas o con afecciones como la rosácea, la psoriasis o la piel atópica gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y calmantes, contribuye a fortalecer la barrera cutánea. Además, se puede utilizar tanto por vía tópica, aplicándola directamente sobre la piel, como por vía oral. Para obtener los mejores resultados, se recomienda combinar ambas formas de uso, puesto que esta doble aplicación potencia sus beneficios. Lee el artículo científico.

Anemia: Favorece la regeneración de la sangre y la formación de hematíes gracias a su elevado contenido en hierro, además, de potenciar una rápida absorción de este mineral por parte del organismo.
Colesterol: Contribuye a mejorar los niveles de colesterol gracias a sus ácidos grasos esenciales, que ayudan a reducir las tasas de colesterol LDL y los triglicéridos, promoviendo así una mejor salud cardiovascular. Lee el artículo científico.
Diabetes tipo II: Contribuye a mejorar el índice glucémico, puesto que favorece una mejor utilización de la glucosa por parte de las células. Lee el artículo científico.

La espirulina refuerza el sistema cognitivo y nervioso, incentivando el buen funcionamiento cerebral y equilibrando los niveles de estrés y cambios de humor. Lee el artículo científico.