Para conservar los quesos correctamente, hay que mantenerlos refrigerados a una temperatura de entre 4 °C y 8 °C. Guárdalos en una bolsa hermética o envuélvelos con papel especial para quesos, cosa que ayudará a preservar su humedad y evitar que se sequen. Es importante no dejar el queso abierto y sin protección dentro de la nevera, puesto que esto podría hacer que pierda su aroma, sabor y textura característicos. Así garantizarás que se mantenga fresco y delicioso durante más tiempo!
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La leche de cabra es baja en lactosa, fácil de digerir e ideal para estómagos sensibles o personas con intolerancias. Tiene menos caseína, reduciendo el riesgo de alergias, y puede ayudar a disminuir los niveles de colesterol. Además, es una excelente fuente de calcio, vitamina D, hierro y otros nutrientes esenciales, contribuyendo a la salud ósea y a la recuperación de la anemia. Su composición similar a la leche materna también la hace una buena opción para bebés y niños cuando hace falta una alternativa.